MISIÓN
Somos una iglesia llena del Espíritu Santo, comprometida con la Palabra de Dios, que evangeliza, discipula, planta iglesias, y desarrolla integralmente a las familias y a nuestros Ministros.
VISIÓN
Extender globalmente el evangelio de Jesucristo en el Espíritu y poder del Pentecostés.
ESTRATEGIA
La formación y multiplicación de líderes visionarios
y creativos.
2 Tim. 2:2
VALORES
LEALTAD
INTEGRIDAD
SUJECIÓN
DISCRECIÓN
RESPONSABILIDAD
SOLIDARIDAD
EXCELENCIA
NUESTRA DECLARACIÓN DE FE
La Iglesia de Dios cree en la Biblia la cual es inspirada por Dios.
La Iglesia de Dios adopto la siguiente Declaración de Fe como su estándar y oficial expresión de su doctrina.
Nosotros Creemos:
En la inspiración verbal de la Biblia.
En un Dios que existe eternamente en tres personas, que son: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Que Jesucristo es el unigénito del Padre, concebido del Espíritu Santo y nacido de la virgen María. Que fue crucificado, sepultado y resucitó de entre los muertos. Que ascendió al cielo y está hoy a la diestra del Padre como nuestro intercesor.
Que todos han pecado y están destituidos de la gloria de Dios; que el arrepentimiento es ordenado por Dios a todos y necesario para el perdón de los pecados.
Que la justificación, la regeneración y el nuevo nacimiento se efectúan por la fe en la sangre de Jesucristo.
En la santificación, subsecuente al nuevo nacimiento, por fe en la sangre de Jesucristo, por medio de la Palabra de Dios, y por el Espíritu Santo.
Que la santidad es la norma de vida, de Dios, para su pueblo.
En el bautismo en el Espíritu Santo, subsecuente a la limpieza del corazón.
En el hablar en otras lenguas, como el Espíritu Santo dirija a la persona, lo cual es evidencia inicial del bautismo en el Espíritu Santo.
En el bautismo en agua por inmersion, y que todos los que se arrepienten deben ser bautizados en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Que la sanidad divina es provista para todos en la expiación.
En la cena del Señor y el lavatorio de los pies de los santos.
En la premilenial segunda venida de Jesús: primero, para resucitar a los justos muertos y arrebatar a los santos vivos hacia El, en el aire; segundo, para reinar en la tierra mil años.
En la resurrección corporal; vida eterna para los santos y castigo eterno para los inicuos.